Los rasgos de estos pequeños peces han fascinado a los científicos durante siglos. Además de sus “cuatro ojos” y la capacidad de dar a luz a crías ya desarrolladas, como los mamíferos, estos animales de agua dulce, protagonistas del #Cienciaalobestia, presentan unos genitales asimétricos, muy probablemente fruto del azar.
Un estudio de secuenciación genómica muestra errores aleatorios como origen primario de los tumores. El trabajo, publicado en la revista Science, repite los resultados de una polémica investigación, realizada por los mismos autores en 2015. Los expertos aseguran de nuevo que la mayoría de mutaciones del cáncer se debe a errores aleatorios en la replicación del ADN.
¿Estamos en el mundo por mandato de leyes naturales inexorables o acaso nuestra presencia, junto con la de los pájaros, los líquenes y demás seres que vuelan o se arrastran, es fruto de una pura casualidad? Tal es la vieja pregunta que se propuso responder Jacques Monod en un ensayo cuyo título encierra la aparente disyuntiva y también su solución: El azar y la necesidad.
La ruleta rusa es un juego de consecuencias mortales sujeto al azar, como la estrategia azarosa con que un parásito generalista infecta algas dinoflageladas sin saber cuán susceptibles son estas a su ataque. Un estudio revela por primera vez que el parásito pone en riesgo su vida, como quien juega a la ruleta rusa, al desconocer si sus víctimas resistirán o no a la infección.
Hace unos meses, la revista Science publicó un controvertido artículo que sostenía que dos tercios de los cánceres existentes se producen debido a factores aleatorios. Hoy, un nuevo trabajo publicado por Nature desmiente esa teoría y demuestra que el peso de los factores externos en el riesgo de que se desarrolle la enfermedad es de entre el 70% y el 90%. El descubrimiento tiene implicaciones positivas en la investigación y prevención del cáncer.
Un provocativo estudio ha generado titulares en los que se afirma que dos terceras partes de los tumores se deben a la “mala suerte”. El mensaje tiene un riesgo: que se subestime el valor de la prevención. Instituciones y científicos de medio mundo publican ahora seis cartas criticando el trabajo. Los autores se defienden.
Investigadores de la Universidad de Granada han analizado las similitudes y diferencias psicológicas y de funcionamiento cerebral que existen entre las personas adictas a la cocaína y las que son adictas a los juegos de azar. Las conclusiones revelan que las personas adictas al juego presentan anomalías en su funcionamiento cerebral que afectan a su capacidad de tomar decisiones.
Muchas personas heredan mutaciones causantes de enfermedades, aunque nunca las desarrollan. Se conocen variables que influyen en este fenómeno, pero no se sabe qué papel juega el azar. En un trabajo publicado en Science, investigadores del Centro de Regulación Genómica (CRG) han demostrado en gusanos que la expresión azarosa de proteínas que protegen contra el estrés predice si un individuo desarrollará una enfermedad. Si este hallazgo fuese extrapolable a humanos, podría dar lugar a tratamientos médicos.