Astrónomos planetarios han observado por primera vez el mecanismo al completo de cómo suceden y funcionan estas auroras. Plantean que este proceso también podría estar ocurriendo en otras partes del sistema solar, como Urano o Saturno, o incluso en exoplanetas.
El orbitador Hope de los Emiratos Árabes Unidos ha fotografiado por primera vez, en longitudes de onda ultravioletas, un resplandor fantasmal que ilumina las noches del planeta rojo. Se trata de un tipo de auroras que no ocurren en zonas polares como en la Tierra, sino en regiones marcianas magnetizadas situadas más cerca del ecuador.
Las auroras boreales y australes de Júpiter funcionan de forma independiente.
Los científicos pensaban que las poderosas auroras de Jupiter se parecerían a las auroras más potentes que se observan en las regiones polares de la Tierra, pero los datos de la sonda Juno de la NASA revelan que no es así. Los electrones acelerados que intervienen en este fenómeno se mueven de forma inesperada en el gigante gaseoso y los procesos implicados tampoco están nada claros.
Ciclones de hasta 1.400 km de diámetro en las regiones polares, emanaciones de metano que alteran el clima y un campo magnético que, además de tener una fuerza inesperada, genera auroras espectaculares cuando interacciona con el viento solar. Estos son los primeros resultados de la misión Juno de la NASA, que el año pasado comenzó a analizar el mayor de los planetas del sistema solar: Júpiter.
Las eyecciones del Sol generan unos flujos iónicos en el campo magnético de Marte que pueden alcanzar los 5.000 km en el espacio. El espectacular fenómeno lo ha detectado la nave MAVEN de la NASA mientras analizaba la atmósfera marciana, donde también ha encontrado difusas auroras, diferencias de temperatura y un misterioso polvo, seguramente de origen interplanetario. El viento solar puede estar detrás de las perdidas de atmósfera en el planeta rojo.
Ilustración de LSR J1835 y su aurora. / Chuck Carter and Gregg Hallinan/Caltech
ILustración de Ganímedes, con sus auroras, orbitando el planeta gigante Júpiter. / NASA/ESS
Científicos de la Universidad Autónoma de Madrid han obtenido ‘secciones eficaces’ –un parámetro para medir reacciones en una superficie– durante el intercambio de carga entre protones y moléculas de nitrógeno. El estudio, que publica la revista Physical Review A, supone un avance en la investigación de plasmas atmosféricos como los implicados en la formación de auroras polares.
El círculo oscuro señala la zona desde donde se realizarán las observaciones. Imagen: Shelios 2012.