Las víctimas fueron cinco adultos y cuatro niños, según los huesos hallados en una cueva de la Alta Ribagorza aragonesa. No se conoce la identidad de los atacantes, pero los restos revelan que asesinaron con extrema violencia a los familiares de los pastores del Neolítico por disputas territoriales o robo de ganado o de mujeres.
Una investigadora de la Universitat Oberta de Catalunya ha recopilado por primera vez los datos de asesinatos a víctimas masculinas y femeninas entre 1910 y 2014. El análisis ha identificado un aumento de la mortalidad femenina por homicidio a partir de los años 60 y lo vincula a la evolución del estatus de la mujer en la vida social.
El Cráneo 17 hallado en la Sima de los Huesos de Atapuerca (Burgos) presenta dos orificios en el hueso frontal, por encima de la órbita ocular izquierda. Su estudio ha permitido demostrar que estas aberturas se produjeron posiblemente por el impacto de un objeto duro justo antes o después de la muerte del individuo, cuando aún tenía tejido blando, según un estudio que publica la revista PLoS ONE.