Un estudio multicéntrico compara un nuevo fármaco contra el virus del sida con raltegravir, otro antirretroviral de la misma familia comercializado desde 2007. El trabajo concluye que los dos fármacos tienen la misma eficacia y seguridad. Para los expertos, este hecho convierte al nuevo antirretroviral en una opción efectiva para tratar la infección por VIH-1.
“Más de la mitad de las personas afectadas por el VIH en el mundo son mujeres”, según Piedad Arazo, presidenta del Congreso Nacional sobre el Sida que se celebra estos días en Zaragoza. El seguimiento irregular del tratamiento antirretroviral y su interacción adversa con los anticonceptivos orales son algunas de las razones que convierten las mujeres en un colectivo especialmente vulnerable a la infección.
Un estudio europeo revela que la combinación de tres fármacos antirretrovirales fracasa en el 12% de los niños con VIH en Europa cinco años después del inicio del tratamiento. Este porcentaje, mucho mayor que en adultos, subraya la dificultad de mantener la carga viral en aquellos niños que iniciaron el tratamiento a edades muy tempranas.
Un estudio internacional con participación española demuestra que algunas personas seropositivas presentan variantes del virus del VIH resistentes a los fármacos antirretrovirales, lo que duplica el riesgo de fracaso del tratamiento. Estos virus no son detectables con los tests de resistencia que se realizan habitualmente.
La eficacia del tratamiento y a quién debe administrarse antirretrovirales en las 48 horas siguientes a la posible exposición al VIH ha sido uno de los temas abordados en la reunión de expertos Controversias en el manejo de la infección VIH, celebrada hoy en la Fundación Ramón Areces de Madrid. Los datos muestran que la demanda de la llamada 'profilaxis postexposición al VIH' está creciendo en España.
Un estudio internacional ha demostrado la eficacia de un fármaco contra el virus del sida perteneciente a una nueva familia de medicamentos denominada antagonistas del correceptor CCR5. El nuevo fármaco, llamado maraviroc, supone una esperanza a muchos pacientes que no responden a la terapia convencional. Los resultados de la investigación aparecen publicados en el último número de la revista norteamericana New England Journal of Medicine.