Un estudio realizado en varios zoológicos y santuarios ha hallado los recuerdos sociales no humanos más duraderos jamás documentados.
Un equipo de investigadores de varias universidades españolas ha descubierto que la personalidad no influye demasiado al escoger las relaciones sociales de amistad en la educación secundaría. El trabajo, que ha utilizado técnicas de inteligencia artificial en el análisis, señala que estas elecciones se basan más en la cercanía de los contactos.
Una investigación reciente publicada por investigadoras de la Universidad Carlos III de Madrid muestra que los individuos perciben menos el riesgo de infección por covid-19 y adoptan menos conductas de protección de la salud cuando asocian el riesgo con amigos cercanos, un fenómeno denominado "efecto amigo-escudo".
La organización de las amistades está guiada por nuestra capacidad cognitiva a la hora de manejarlas, es decir, por el tiempo y el esfuerzo mental que las dedicamos. Así lo recoge un estudio de investigadores de las universidades de Oxford y Carlos III de Madrid tras analizar las relaciones personales desde una perspectiva matemática.
El estudio demuestra que pequeñas aves como el lúgano (Carduelis spinus) tienen un carácter social y son capaces de desplazarse con el mismo grupo durante varios años y recorriendo distancias de varios cientos de kilómetros. / EOL
Hasta ahora los científicos habían observado que algunas grandes aves mostraban un carácter social entre individuos. Pero un nuevo estudio demuestra que esta peculiaridad también se confirma en aves más pequeñas como los lúganos, que son capaces de establecer vínculos durante varios años y desplazarse juntos a grandes distancias. Esta familiaridad podría favorecer la reproducción y facilitar los procesos de adaptación local.
Si usted es feliz, debería agradecérselo a sus amigos, y a los amigos de sus amigos. Investigadores de dos universidades americanas han desvelado que la felicidad es un fenómeno colectivo que se difunde por las redes sociales, contagiándose como las emociones. Según el estudio, que aparece hoy en la edición on line de la revista British Medical Journal (BMJ), el efecto dura como mucho un año.