Dar a luz no es tarea fácil, sobre todo cuando el tamaño de la cabeza del neonato es grande comparado al de la pelvis de la madre. Un equipo de investigadores europeos ha identificado adaptaciones morfológicas en el cuerpo humano que parecen facilitar este dilema obstétrico. El estudio demuestra que las mujeres de cabeza grande o las de pequeña estatura presentan una cavidad pélvica más adaptada para dar a luz a niños ‘cabezones’.