Los primeros resultados de los estudios de los más de 8.000 microfósiles recogidos en la expedición científica al continente sumergido en el Pacífico, Zelandia, ya permiten conocer el aspecto que tenía hace millones de años, cómo evolucionó como un continente independiente tras separarse de Australia y la Antártida hace 80 millones de años, cómo cambió la profundidad de sus mares a lo largo del tiempo, en qué momentos emergió y se hundió, condicionando las migraciones de las especies, las corrientes oceánicas y el clima global.