Las adicciones no desaparecen por el confinamiento, pero las terapias de rehabilitación han sido canceladas para evitar contagios por COVID-19. ¿Cómo podemos ayudar a las personas en tratamiento por alguna dependencia o aún sin diagnosticar? En estos momentos, la sustancia que más preocupa a los expertos es el alcohol.
Un estudio internacional, liderado por científicos del Cima Universidad de Navarra y de la Universidad de Pittsburgh (EEUU), ha desvelado las causas por las que la hepatitis alcohólica aguda deriva en un fallo hepático. Hasta ahora el único tratamiento posible para estos pacientes era a través de corticoides y su eficacia estaba muy limitada. En una proteína, HNF4A, podría estar la clave para nuevos métodos de tratar la enfermedad.
El alcoholismo está en el origen de más de 200 enfermedades. Ahora, un estudio con participación española revela que los daños ocasionados en el cerebro por esta sustancia siguen progresando durante las primeras semanas de abstinencia. Los resultados rebaten la creencia de que las alteraciones de la materia blanca empiezan a normalizarse inmediatamente después de dejar el consumo.
Científicos españoles han participado en un estudio sobre los mecanismos neurológicos que se producen en la reducción de los receptores de dopamina en ratas con alcoholismo. El trabajo sienta las bases en el desarrollo de fármacos eficientes para el tratamiento de personas con este tipo de adicción.
Hay gente que, cuando se emborracha, se comporta de forma más caótica y temeraria que el resto, y se justifica diciendo que le sienta mal el alcohol. Una mutación genética descubierta en pacientes de alcoholismo finlandeses está relacionada con estas conductas. El 2,2% de la población del país nórdico es portadora de este gen.
La etnia influye en la edad de inicio y la gravedad del hígado graso, las cirrosis y las hepatitis debidas al alcohol. En los hispanos, estas dolencias desencadenan entre cuatro y diez años antes que en los caucásicos y los afroamericanos, según un estudio de la Universidad de en Davis (EE UU).
Como medida de protección de la salud, la Unión Europea recomienda limitar la jornada laboral a 48 horas semanales. Investigadores finlandeses apoyan esta restricción tras un exhaustivo estudio en el que concluyen que dedicarle al trabajo más tiempo de la cuenta se relaciona con el abuso de alcohol. Controlar el número de horas de trabajo podría ser una eficiente medida de salud pública.
Un estudio publicado en la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research revela que las canciones pop que hacen referencia a marcas de bebidas alcohólicas impulsan el consumo excesivo entre adolescentes y jóvenes. La influencia de estas menciones tiene la misma fuerza que los hábitos de padres y amigos.
El número de personas en tratamiento antidepresivo ha aumentado en momentos clave de la recesión, según un estudio realizado en Cataluña en la población de entre 15 y 85 años. Otros trabajos indican que la incidencia de la depresión en España ha crecido un 19,4% en los últimos cinco años y las consultas por ansiedad, un 8,4%.
Los alcohólicos crónicos producen más citocinas inflamatorias que hace que, en caso de infección, la inflamación con la que responde el sistema inmunológico sea excesiva y, por lo tanto, actúe en contra del organismo. Investigadores del Hospital Universitario de Salamanca han realizado este hallazgo después de años trabajando en el ámbito de la respuesta inmunológica en los pacientes que sufren alcoholismo. Además, tienen otra línea de investigación que relaciona genética y alcohol, que a su vez tiene que ver también con la respuesta inflamatoria.