Un estudio internacional, liderado por científicos del Cima Universidad de Navarra y de la Universidad de Pittsburgh (EEUU), ha desvelado las causas por las que la hepatitis alcohólica aguda deriva en un fallo hepático. Hasta ahora el único tratamiento posible para estos pacientes era a través de corticoides y su eficacia estaba muy limitada. En una proteína, HNF4A, podría estar la clave para nuevos métodos de tratar la enfermedad.
El alcoholismo es un problema grave en la sociedad occidental y uno de los motivos del aumento de la mortalidad por causa hepática. Entre las enfermedades con peor pronóstico destaca la hepatitis aguda alcohólica, un síndrome que cursa con fallo hepático subagudo. En la actualidad, se estima que más de la mitad de las muertes por enfermedad hepática en la Unión Europea se deben al consumo excesivo de alcohol.
Una colaboración del Cima Universidad de Navarra y de la Universidad de Pittsburgh (EEUU), e impulsado por “la Caixa”, ha desvelado las causas que originan el fallo del hígado en pacientes con hepatitis alcohólica aguda. Los resultados se han publicado en el último número de la revista científica Nature Communications.
“El único tratamiento indicado para estos pacientes son los corticoides, una terapia implantada desde los años 70 y que tiene una eficacia muy limitada”, explica Josep María Argemí, primer autor del trabajo e investigador de la Universidad de Pittsburgh (EEUU). Según apunta el científico, “estos pacientes no suelen ser candidatos al trasplante hepático, debido a que presentan una adicción activa al consumo de alcohol. Además, esta enfermedad ha sido estigmatizada tanto por la sociedad como por la comunidad científica y no se han realizado estudios profundos sobre sus mecanismos biológicos”.
El trabajo realizado por este equipo es el primero en caracterizar molecularmente cuáles son las vías responsables del fallo hepático en personas con hepatitis alcohólica aguda. “En concreto, se han utilizado técnicas de secuenciación de RNA, análisis de metilación de DNA, análisis proteómico del plasma y análisis de variaciones en la secuencia genómica (GWAS), para correlacionar los patrones moleculares con los datos clínicos de los pacientes”, explica Argemí.
Las piezas en el puzle del fallo hepático
Como apunta Matías Ávila, director del Programa de Hepatología del Cima y coautor del trabajo, “comprobamos que la célula hepática (hepatocito) se transforma en una célula ‘egoísta’ preocupada solamente por su propia supervivencia, en lugar de realizar las funciones esenciales para el organismo: síntesis de glucosa, síntesis de factores de coagulación o secreción de bilirrubina, metabolización de la urea. Como consecuencia de este cambio, el paciente entra en situación de insuficiencia hepática, lo que conduce rápidamente a un fallo multiorgánico”.
Este estudio demuestra que una pieza central en el puzle del fallo del hígado por hepatitis alcohólica aguda es el factor de transcripción HNF4A. “En una persona sana, esta proteína se encarga de coordinar las funciones propias del hepatocito. Sin embargo, en los pacientes con fallo hepático se produce una alteración de su procesamiento (splicing) y una inhibición de los genes que dependen de ella”, apuntan los investigadores.
“Esperamos que esta información molecular que ofrecemos a la comunidad científica abra la puerta a nuevos tratamientos que nos ayuden a salvar vidas y dar una segunda oportunidad a nuestros pacientes”, concluyen Argemí y Ávila.
El trabajo ha contado con financiación del National Institute of Alcohol Abuse and Alcoholism (NIAAA, NIH) de EE.UU. y de ”la Caixa” (a través del Proyecto Hepacare), entre otras instituciones públicas y privadas.
Referencia bibliográfica:
Nature Communications volume 10, Article number: 3126 (2019) https://www.nature.com/articles/s41467-019-11004-3