Investigadores españoles han desarrollado una matriz de sensores químicos que, acoplada a un dron y mediante un software, percibe los malos olores de las aguas residuales como lo hacen los humanos. El objetivo es predecirlos y ayudar a reducir su impacto en zonas próximas a las estaciones depuradoras.
El proyecto VATar-COVID-19 muestra que la concentración del ARN del virus se estabiliza o disminuye en el 75 % de las estaciones depuradoras analizadas. La utilidad de esta herramienta como indicador de la evolución de la pandemia y su carácter pionero llevó a la Comisión Europea a recomendar un enfoque común para vigilar la presencia del SARS-CoV-2 y sus variantes en las aguas residuales de la Unión Europea.
Los trabajadores de las plantas depuradoras presentan el mismo nivel de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 que el resto de la población, según una investigación realizada por investigadores de la Universidad de Granada en esa provincia. Los resultados indican que el riesgo de infección por vía feco-oral es casi nulo.
El agua sin tratar que llega a las plantas depuradoras se ha convertido en un testigo silencioso de la evolución de la pandemia, pero este año se va a necesitar más investigación y unificar metodologías para aprovechar mejor las posibilidades que ofrece esta aliada frente a la covid-19. Así lo reflejan los artículos científicos más citados en este campo.
Investigadores de la Universidad de Barcelona dicen haber detectado SARS-CoV-2 en residuos cloacales congelados en la ciudad condal cuando faltaban más de nueve meses para el primer brote. Aseguran que no cambia la historia de la epidemia, que comenzó en Wuhan, aunque el virus circularía desde mucho antes. El hallazgo crea dudas a otros expertos y es difícil de contrastar: ya no hay restos de las muestras.
La Generalitat Valenciana probará un nuevo sistema de detección precoz de la COVID-19, llamado SARS-GOAnalytcs. Ha sido desarrollado por la empresa Global Omnium y analiza la presencia de rastros génicos del coronavirus inactivo en las aguas residuales y de alcantarillas.
Investigadores de las universidades de Córdoba y Granada han validado una nueva tecnología que transforma el lodo de las aguas residuales en fertilizantes de forma eficiente. El sistema, probado a escala industrial, evita malos olores y reduce hasta en dos meses el tiempo que se necesita para sanear la materia orgánica del lodo y convertirla en abono para la agricultura.
Amberes, Ámsterdam, Zúrich, Londres y Barcelona son las ciudades en las que más drogas se consumen, según un estudio liderado por la Universidad de Salamanca que ha analizado las aguas residuales de 120 ciudades de todo el mundo en busca de anfetamina, metanfetamina, éxtasis y cocaína.
La cocaína es la droga dominante en el sur y oeste de Europa, y su consumo ha experimentado un gran aumento en las localidades monitorizadas. / SINC
Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos y la compañía FCC AQUALIA han desarrollado un sistema de tratamiento de aguas residuales basado en la economía circular, que trata de transformar los excedentes en nueva materia prima. En este caso se emplean bacterias fototróficas púrpura, capaces de aprovechar los nutrientes de este tipo de aguas usando luz infrarroja como fuente de energía.