Investigadores del centro vasco CIC biomaGUNE han logrado depositar átomos de oro sobre nanocilindros también de oro, dando como resultado una estructura casi helicoidal con propiedades quirales. Esto le confiere capacidad para interactuar con un tipo de luz polarizada, una técnica que podría tener aplicaciones en óptica, catálisis, detección biológica e imagen biomédica.