Los emulgentes son un aditivo común en la comida ultraprocesada de consumo humano. Este estudio de investigadores españoles sugiere la necesidad de concienciar a las madres sobre los potenciales peligros de este tipo de alimentos.
Miembros de un equipo de investigación de la Universidad de Cádiz han desarrollado un método para analizar los posibles aditivos incluidos en el edulcorante natural, uno de los diez alimentos más adulterados del mercado. Los resultados obtenidos demuestran que la aplicación de este modelo de selección podría ser una herramienta útil para un análisis de calidad en laboratorios de rutina.
Las bacterias polares logran sobrevivir en condiciones de frío extremo, con poca agua líquida y una alta radiación ultravioleta. Lo consiguen gracias a unas moléculas llamadas biosurfactantes, que les ayudan a metabolizar su alimento y que podrían servir para producir detergentes ‘verdes’ y biocombustibles, según un estudio de investigadores alemanes.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid demuestra que la disminución del contenido de aditivos conservantes en los embutidos podría comprometer su seguridad microbiológica. Si se reduce, aunque sólo sea en una cuarta parte, el contenido de nitratos y nitritos en un salchichón contaminado accidentalmente conlisterias, el número de estas bacterias sería 30 veces mayor que en un salchichón elaborado con las concentraciones máximas permitidas.
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han modificado la bacteria Lactobacillus casei para obtener compuestos químicos de uso común en las industrias farmacéutica, alimentaria y cosmética a partir del lactosuero, un residuo contaminante y de gran carga orgánica generado durante el proceso de elaboración del queso. Los resultados han sido publicados en la revista Journal of Industrial Microbiology & Biotechnology.
La carne fresca contiene aditivos dañinos para los enfermos de riñón