La cantidad de uranio-236 en las aguas situadas entre la Riviera italiana y Córcega excede en un factor de 2,5 los valores esperados en esta zona del Mediterráneo, según los análisis realizados por investigadores del Centro Nacional de Aceleradores. Los autores desconocen el motivo, pero apuntan a la planta de reprocesamiento de combustible nuclear de Marcoule (Francia), a las operaciones rutinarias de otras instalaciones nucleares y al accidente de Chernobyl como posibles causas.
Investigadores del Centro Nacional de Aceleradores han analizado con técnicas nucleares el cuadro El Cristo Crucificado, en Sevilla. Los resultados han permitido conocer los daños y modificaciones que ha sufrido esta obra de arte sin deteriorarla, una información que facilita las tareas de restaruración. Lo que de momento no se ha podido confirmar es si el cuadro fue pintado por Juan de Espinal, como afirman la mayoría de los expertos.
Investigadores del Centro Nacional de Aceleradores en Sevilla han analizado el yodo-129 que hay en las algas y las aguas marinas situadas entre Noruega, Suecia y Dinamarca. Los resultados revelan que las concentraciones de este elemento radiactivo han aumentado por las descargas procedentes de las plantas de reprocesamiento nuclear de Sellafield (Reino Unido) y La Hague (Francia).
Miembros del Centro Nacional de Aceleradores junto con investigadores de la Universidad de Sevilla han estudiado muestras de agua marina de las proximidades de Islandia y Suecia para evaluar las concentraciones de 129I con origen en las plantas europeas de reprocesamiento de combustible nuclear en La Hague (Francia) y Sellafield (Reino Unido).
Los desarrollos tecnológicos del gran colisionador LHC, que ha permitido descubrir el bosón de Higgs, también se pueden aplicar en las imágenes tomográficas que se usan en medicina o en el manejo de los residuos nucleares, por ejemplo. La transferencia de este tipo de tecnología es el tema que reune esta semana a investigadores y empresarios en el Centro Nacional de Aceleradores (CNA) de Sevilla durante un encuentro organizado por el Centro Nacional de Física de Partículas, Astropartículas y Nuclear (CPAN).
El Instituto de Física de Cantabria (IFCA), centro mixto del CSIC y de la Universidad de Cantabria (UC), participa en la preparación de las nuevas líneas de investigación del Gran Colisionador de Hadrones, el LHC. Una de las futuras líneas es el proyecto europeo AIDA (Advanced European Infrastructures for Detectors at Accelerators), cuya junta de gobierno va a presidir el investigador del IFCA Iván Vila.
Imagen de parte del remanente del estallido de una estrella, registrado el año 185 antes de Cristo. Gracias al estudio de este remanente, el equipo de científicos pudo resolver el misterio de los súperaceleradores de la Vía Láctea.