Tras su llegada al mar la pasada noche, la colada de lava del volcán de La Palma, ha creado un delta de unos 500 metros de ancho. En estos momentos, continúa la emisión de vapor de agua y gases provocada por el contacto del material fundido con el agua. Por ello, se mantiene en vigor el confinamiento en varios núcleos de población, así como una zona de exclusión de navegación de dos millas.
Desde hace días se esperaba que la colada del volcán de Cumbre Vieja llegara al mar y esta noche ha sucedido. Los efectos han sido inmediatos por el choque térmico: nubes de gases calientes con ácido clorhídrico que se irán diluyendo en la atmósfera y se emitirán mientras la lava mantenga su encuentro con el agua marina.
Tras diez días de erupción, la colada de lava que emerge del volcán Cumbre Vieja ha llegado al mar. Los expertos advierten a la población de que no se acerque al río de lava al entrar en contacto con el agua marina porque pueden producirse nuevas explosiones.
La lava del volcán de La Palma se encuentra a unos 1.000 metros del mar, muy cerca ya del municipio de Tazacorte. Se trata de un nuevo río más fluido de tipo hawaiano, según los científicos.
"Lo que ocurra a partir de ahora seguirá las pautas de lo ocurrido en el pasado". Ese es el principio seguido por los geólogos que estudian los escasos registros disponibles de eventos anteriores para prever la evolución de La Palma. Revisamos la historia con el investigador jubilado Juan Carlos Carracedo Gómez, que a sus casi 80 años nos atiende a punto de volar a la isla.
El Observatorio del Roque de los Muchachos, situado en la isla de La Palma, ha parado su actividad como medida preventiva para evitar daños en los espejos de los telescopios.
Decenas de investigadores se han trasladado a La Palma para seguir la nueva erupción en la isla, coordinados con los colegas que trabajan desde sus centros. El registro de seísmos, las mediciones de gases, los análisis químicos de las muestras, las imágenes aéreas y los cálculos de riesgos ofrecen datos cruciales para que los equipos de emergencia puedan proteger a la población.
La colada de lava sigue su paso hacia la costa, donde se prevé que llegue en las próximas horas. En previsión de las posibles emanaciones de gases nocivos se ha ordenado el confinamiento de San Borondón, Marina Alta, Marina Baja y La Condesa.
El seguimiento de los seísmos que precedieron a la erupción en La Palma, la deformación del terreno, el avance de la lava, las casas destruidas y las emisiones no sería posible sin los satélites que están ayudando durante esta emergencia, especialmente los centinelas del programa europeo Copernicus.