La vitamina E es un potente antioxidante que podría actuar como un centinela en los vegetales, enviando señales moleculares desde el cloroplasto (un orgánulo celular) hasta el núcleo. Así se desprende de un estudio publicado por la Universidad de Barcelona que apunta que se trata de un mecanismo molecular que facilitaría la respuesta adaptativa de las plantas ante situaciones de estrés fisiológico, como sequías o falta de nutrientes.
La ingesta de alimentos ricos en vitamina E retrasa el envejecimiento de las células y tejidos, así como de los órganos vitales, según un nuevo estudio. En la actualidad, la principal fuente de esta vitamina se obtiene de forma natural con el consumo de aceite de oliva virgen extra, pescado azul, verduras, frutos secos, huevos o cereales integrales. Su consumo previene la aparición de enfermedades crónicas asociadas al envejecimiento.
Un estudio llevado a cabo por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC demuestra que las hembras de lagarto verde (Lacerta viridis) prefieren a aquellos machos cuyas secreciones femorales tienen mayor cantidad de vitamina E.
La ciclosporina aumenta el porcentaje de células que tienen muerte celular programada en relación a las células que habían recibido tratamiento con vitamina E.
Los beneficios de la vitamina E para los pacientes de Alzheimer