La velocidad de los neutrinos que viajan desde el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN, en la frontera franco-suiza) hasta el laboratorio de Gran Sasso, en Italia, no superan la velocidad de la luz. Así lo confirman las nuevas medidas del experimento ICARUS del laboratorio italiano, por lo que cada vez toma más fuerza que los datos facilitados por el experimento OPERA en septiembre pasado presentan algún "artefacto de medición".
Una investigación, con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), señala dos obstáculos que parecen invalidar la propuesta teórica del motor de curvatura para viajar más rápido que la luz, a más de trescientos mil kilómetros por segundo. Esta hipótesis se basa en el movimiento del propio espacio tiempo que, en principio, puede contraerse y expandirse sin límite de velocidad. Las conclusiones del trabajo aparecen publicadas en la revista Physical Review D.