Pfizer-BioNTech ya ha solicitado a la agencia estadounidense del medicamento autorización para usar su vacuna en niños de 12 a 15 años. La vacunación de niños y adolescentes contra la covid-19 les protegería a ellos de un riesgo pequeño pero cierto, y también a sus abuelos y a otras personas vulnerables de su entorno. Además, contribuiría a una escuela más segura.
Un nuevo estudio analiza el impacto de esta decisión en la situación epidemiológica de dos países europeos: Italia y Francia. Aunque la interrupción fuera de apenas unos pocos días, las consecuencias serían difíciles de paliar y se seguirían notando tanto en los fallecimientos como en la confianza ciudadana en las vacunas.
La iniciativa COVAX quiere inmunizar al 20 % de la población mundial en 2021, sobre todo los países con menos recursos, para acabar con la fase aguda de la pandemia.
Un estudio pendiente de revisión arroja más luz sobre los mecanismos que provocan los raros cuadros de trombosis con plaquetas bajas. El suero de Astrazeneca incluye proteínas celulares ‘arrastradas’ durante el proceso de fabricación que podrían favorecer la reacción autoinmune. Además, un componente de la vacuna, el EDTA, facilitaría su diseminación por el torrente sanguíneo. El resultado, extremadamente infrecuente, es “una reacción inmunitaria fuera de control causada por una buena vacuna”.
La Agencia Europea del Medicamento recalca que el riesgo de sufrir trombosis con plaquetas bajas es muy bajo en la población que reciba esta protección. No obstante, piden “especial atención a los síntomas” durante las tres semanas siguientes a la administración.
La Agencia Europea del Medicamento ha confirmado que la relación beneficio-riesgo global sigue siendo positiva para la vacuna de Janssen/Johnson & Johnson contra la covid-19, aunque sí ha encontrado una posible asociación con casos poco frecuentes de coágulos sanguíneos con plaquetas bajas.
Las vacunas aprobadas en Europa contra la covid-19 son fruto de tecnologías que llevan décadas desarrollándose y se conocen bien. Los investigadores aseguran que ninguna interfiere con el ADN humano.
El sondeo demoscópico, realizado del 5 al 14 de abril, pone de relieve que un 58,9 % de la población señala que la situación de pandemia le está afectando "mucho o bastante". Un 6,2 % de los entrevistados no quiere vacunarse, casi un punto más que en el estudio de marzo.