Más ligero que un agujero negro, pero más pesado que una estrella de neutrones. Así es el misterioso objeto que se ha fusionado con una de estas estrellas, según la onda gravitacional registrada por los detectores de la colaboración LIGO-Virgo-KAGRA, en la que participa la Universidad de las Islas Baleares. El anuncio coincide con la reanudación de las operaciones de detección de este equipo internacional.
Mediante derivadas en lugar de integrales, investigadores de España y China han encontrado una forma más sencilla de resolver complejos cálculos que se utilizan para obtener información sobre ondas gravitacionales, como las que detectan los experimentos LIGO y Virgo. El nuevo enfoque permite conocer con mayor precisión y seguridad las características de estos impactantes fenómenos cosmológicos.
La colaboración LIGO-Virgo-KAGRA, en la que participa la Universidad de las Islas Baleares y otros centros españoles, ha detectado 35 nuevos eventos de ondas gravitacionales: 32 probablemente por fusiones de agujeros negros, dos por colisión entre estrellas de neutrones y agujeros negros, y finalmente uno más raro que intriga a los científicos.
Los detectores Virgo en Europa y LIGO en Estados Unidos han registrado por primera vez ondas gravitacionales generadas por el llamado ‘sistema binario perdido’: una combinación de estrella de neutrones y agujero negro. Los dos eventos observados se denominan GW200105 y GW200115 por las fechas en las que se detectaron: 5 y 15 de enero de 2020.
Los detectores Virgo y LIGO de ondas gravitacionales registraron 39 eventos entre abril y octubre de 2019. Estas numerosas observaciones se corresponden con colisiones de agujeros negros o estrellas de neutrones y abren la puerta a nuevos estudios sobre poblaciones de objetos astrofísicos y de física fundamental.
Cerca de 40 instituciones europeas, ocho de ellas españolas, han solicitado incorporar el Einstein Telescope en la próxima hoja de ruta del Foro Estratégico Europeo para Infraestructuras de Investigación (ESFRI). Este observatorio terrestre de ondas gravitacionales de tercera generación podría ubicarse en la frontera entre Bélgica, Alemania y Países Bajos, o bien en la isla italiana de Cerdeña.
Esta investigadora de la UIB, jefa del Grupo de Física Gravitacional, ha participado en la detección del agujero negro más masivo jamás observado hasta ahora, un hallazgo que obligará a revisar la teoría de cómo evolucionan y mueren las estrellas.
Las colaboraciones científicas Virgo y LIGO han detectado el agujero negro más masivo jamás observado a través de ondas gravitacionales, formado a partir de la colisión de otros dos. Su origen es inexplicable.
Tiene unas 2,6 veces la masa del Sol, lo que lo sitúa en el 'hueco' que hay entre las estrellas de neutrones más masivas y los agujeros negros más ligeros. Sea lo que sea, este enigmático objeto se fusionó hace 800 millones de años con un agujero negro, emitiendo una potente onda gravitacional que han detectado los observatorios Virgo en Europa y LIGO en Estados Unidos.
Las colaboraciones científicas LIGO y Virgo han anunciado que el detector de Livingston (EE UU) ha registrado ondas gravitacionales procedentes muy posiblemente de la fusión de dos estrellas de neutrones. La masa del sistema binario que causó este evento, denominado GW190425, es unas 3,4 veces mayor que la del Sol, una cantidad superior a la esperada.