Desde que el controvertido magnate hizo efectiva la compra de Twitter el pasado 27 de octubre, la sensación es de absoluto descontrol. Ha tomado una serie de decisiones que no han tenido el efecto esperado y nos tiene en vilo, conteniendo a duras penas una fuga de usuarios y anunciantes que ya ha empezado.
La semana comenzó con el anuncio de la compra de esta red social por parte del consejero delegado de Tesla, el hombre más rico del mundo, que ha ofrecido un total de 41.000 millones de euros. La operación ha causado un gran revuelo dentro y fuera de Twitter. ¿Qué implica la adquisición? ¿Está en riesgo la libertad de la red? ¿Lo estaba antes?