Su primer recuerdo es toda una singularidad. No hay espacio, no existe materia, ni energía sólo está presente el silencio y la incertidumbre. Aparentemente se trata simplemente de un vacío, pero desde él emerge un gran potencial que le obliga a abandonar la inexistencia. Ése es el momento en el que un gran estallido, el Big Bang, da lugar al Universo.
Científicos del departamento de Física de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) aportan una técnica óptima que permite reducir los problemas que presenta la presencia de ruido, influencias externas o titubeos medioambientales, a la hora de conseguir que el caos transitorio de un sistema sea permanente