En 1916 el piloto Salvador Hedilla fue el primero que logró viajar en un avión, fabricado con tela y madera, desde la Península a Baleares. Se convirtió en el primer turista que llegaba a Mallorca por este medio de transporte. Un siglo después, el aeropuerto de Palma recibe 25 millones de pasajeros al año y es uno de los más saturados de Europa durante la época estival.