Los efectos del calentamiento global en los alimentos son poco conocidos, a pesar del interés que pueden tener. Ahora, los registros de los atributos de las manzanas recogidos desde 1970 en dos huertos de Japón revelan que cada vez son menos ácidas y firmes, y su corazón se ha hecho más acuoso.
Científicos de la empresa Opertech Bio han patentado un método para probar sabores. El sistema permite analizar y definir matemáticamente tanto la calidad del sabor como las características de palatabilidad de múltiples ingredientes en un único test. En el estudio se utilizaron ratas a las que se entrenó para convertirlas en catadoras expertas.
Como por los ojos también se come, los tomates presumen de colores en las fruterías. Cada vez son más apetecibles, pero también más insípidos. Un equipo internacional, con participación española, ha descubierto la base molecular de una mutación que se introdujo en el fruto cultivado hace medio siglo.
Los alimentos bajos en sal pueden saber más salados a unas personas que a otras. Así lo indica una investigación realizada por científicos de la Universidad Estatal de Pensilvania (EE UU) y publicada en la revista Physiology & Behavior, que señala cómo la genética tiene su parte de influencia en la cantidad de sal que nos gusta en los alimentos.