La tormenta solar más intensa desde 2005 alcanzó ayer la Tierra. Pese a su fuerza, no tendrá consecuencias para los satélites, ni las redes de telefonía aunque dará lugar a auroras.
Una flota de naves espaciales ha sido testigo de algo que muchos astrónomos pensaban imposible. El cometa Lovejoy ha pasado esta semana a través de la atmósfera caliente del Sol y, contra todo pronóstico, ha salido intacto.
El estudio de la misteriosa naturaleza de la energía oscura y la influencia del Sol sobre la Tierra centrarán las dos próximas misiones científicas de la Agencia Espacial Europea (ESA), según ha decidido su Comité Científico esta semana. Los lanzamientos de las naves están previston para 2019 y 2017 respectivamente.
Las grandes estrellas emiten 'sonidos' similares a los del Sol, como una olla en ebullición. El hallazgo, observado en una estrella del tipo Delta-Scuti, aporta nuevos datos sobre la estructura estelar.
La excesiva exposición solar puede provocar lesiones oculares diversas. Imagen: Federico Giraldo
Imagen de la Supernova 1987A. Foto: Pasquale Panuzzo
Recreación de la estrella cuando empieza a ser absorbida por el agujero negro.
El satélite de la NASA Swift detectó el pasado 28 de marzo una inusual emisión de rayos gamma: Sw 1644+57. Ahora, dos equipos de científicos, algunos españoles, plantean en Science que esta explosión pudo tener su origen cuando un agujero negro gigantesco se ‘tragó’ a una estrella del tamaño del Sol.