El tratamiento de este síndrome, que tan sólo afecta a una de cada 50.000-100.000 personas, es “muy complicado”, según Darío Morais, jefe del Servicio de Otorrinolaringología (ORL) del Hospital Clínico Universitario de Valladolid. No obstante, el centro ha comprobado la eficacia de la terapia local esclerosante con etoxiesclerol.