El modelo robótico del Orobates, un animal extinto intermedio entre anfibios y reptiles que vivió hace más de 300 millones de años, y la simulación de su movimiento indican que los vertebrados primitivos aprendieron a caminar eficientemente sobre la tierra antes de lo que se pensaba.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han desarrollado una interfaz de realidad virtual que permite a un solo operador supervisar misiones con múltiples robots. Esto supone una gestión con mayor consciencia de la situación además de una menor carga de trabajo.
El científico Pablo Lanillos de la Universidad Tecnológica de Múnich (Alemania) quiere conseguir que las máquinas reconozcan su propio cuerpo como hacemos los humanos para crear versiones mejoradas de la inteligencia artificial. Ha presentado sus últimos avances en IROS 2018, el mayor evento mundial de robótica que se celebra esta semana en Madrid.
Los avances en la ciencia y la tecnología están poniendo en duda cómo serán nuestras sociedades en un futuro muy próximo. La inteligencia artificial o la robótica plantean cuestiones que deben ser ampliamente consideradas si no queremos vernos sorprendidos por sus consecuencias. Hablamos con Julian Kinderlerer, que presidió el Grupo Europeo de Ética en Ciencia y Nuevas Tecnologías. Su visión es, cuando menos, poco complaciente.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y la empresa española AURA Innovative Robotics han desarrollado una tecnología no invasiva que ayuda al diagnóstico de enfermedades neurodegenerativas, como la demencia y el párkinson, mediante el análisis de los movimientos oculares. El sistema está en fase de ensayo clínico en seis hospitales españoles.
Un rasgo típico de los mamíferos es su capacidad de experimentar sensaciones, algo que los robots están empezando a imitar. Con la ayuda de pieles artificiales y algoritmos, investigadores checos han conseguido que el niño-robot iCub sea consciente del contacto de un humano y que incluso note si alguien invade su espacio ‘vital’.
Nuevos materiales, robots bioinspirados, baterías de larga duración, enjambres robóticos, inteligencia artificial, exploración extrema, aplicaciones en medicina, interacción social, ética y seguridad. Estos son algunos de los diez grandes retos a los que se enfrenta la robótica que, si se superan, transformarán nuestra sociedad, según el estudio presentado esta semana por un panel internacional de expertos.
Los dos principales escollos de los robots que imitan al cuerpo humano son su control y la dificultad para fabricarlos de manera rentable. Investigadores del proyecto europeo MoCoTi han diseñado el prototipo de un androide que aprende cómo activar sus propios miembros y que se puede replicar fácilmente. El dispositivo, formado por un cerebelo artificial que controla a un brazo robótico dirigido por tendones, podría ser el primer paso de la robótica humanoide de bajo coste.
Bioingenieros del Instituto de Tecnología de California han creado un nanorobot de ADN que tiene una mano para recoger moléculas y dos pies para llevarlas al lugar deseado. De momento es un poco lento, ya que tarda cinco minutos en dar un pequeño paso de 6 nanómetros, pero sus creadores confían en acelerar este novedoso sistema, que algún día podría operar en el interior del cuerpo humano.