La alergia al tomate puede llegar a afectar hasta al 20% de la población, pero muchos alérgicos lo desconocen, puesto que pueden causarles reacción partes del vegetal que no tocan ni ingieren, como las semillas. Un equipo de científicos dirigidos por la Universidad Complutense de Madrid ha descubierto dos nuevas proteínas presentes en esta zona del fruto como responsables de las reacciones alérgicas.
Científicos españoles y suecos han desarrollado un nuevo método que predice cómo se mueven las proteínas para llevar a cabo sus funciones biológicas. La investigación ha demostrado que el movimiento de las proteínas está dictado por su forma y ofrece nuevos datos sobre cómo funcionan, un paso fundamental en el desarrollo de fármacos.
Científicos del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona han descubierto dos proteínas, denominadas Dnmt3a y Dnmt3b, que son indispensables para preservar las células madre de la piel. De hecho, sin ellas, estas células madre desaparecen.
La alergia al cacahuete no entiende de romanticismos y puede brotar en la persona alérgica tras haber besado a alguien que haya comido el fruto seco o algún alimento que lo contenga. Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid han diseñado tres biosensores que detectan las principales proteínas alergénicas del cacahuete en muestras de saliva y de alimentos.
Investigadores de la Universidad de Barcelona han conseguido ordenar el flujo de un material activo, análogo a los que en la naturaleza presentan comportamientos complejos, mediante un cristal líquido y un campo magnético. El material estudiado es una suspensión acuosa de proteínas filamentosas y motoras que forman fibras autoensambladas activas.
Genetistas e ingenieros de la Universidad del País Vasco se han unido para crear un software que analiza mutaciones, posibles inductoras del cáncer y otras enfermedades, en las proteínas. La herramienta se llama WREGEX 2.0, una aplicación biinformática libre, fácil de usarl y, sobre todo, rápida, ya que puede llegar a analizar y combinar la información de 40.000 proteínas en un minuto.
Investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas, en Barcelona, han creado un microscopio de luz de bajo coste, compacto, portátil capaz de llevar a cabo el análisis ultrasensible de objetos transparentes y biomarcadores en un volumen de detección grande. Este instrumento ayudará al diagnóstico inmediato y posterior tratamiento de enfermedades como la sepsis.
El veneno de las anémonas de mar está formado, en gran parte, por unas proteínas llamadas actinoporinas, que atacan a otros organismos creando poros en sus membranas celulares. Una investigación realizada en la Universidad Complutense de Madrid ha descubierto que, en este animal marino, la unión y la diversidad hacen la fuerza, ya que las proteínas y los genes que las originan trabajan de manera conjunta para dosificar el veneno.
Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge han descubierto cómo una proteína quinasa regula el proceso de salida de la mitosis, justo antes de la división celular. El hallazgo supone un paso importante de cara al desarrollo de terapias que impidan que las células tumorales se repliquen.
Un nuevo estudio abre la puerta al diseño de nuevas proteínas de membrana y a la búsqueda de fármacos con los que tratar procesos patológicos en los que participan receptores y transportadores de membrana. Una de las novedades del trabajo es que ha contado con una gran base de datos de proteínas de membrana, cuya estructura ha sido resuelta a nivel atómico.