Un nuevo estudio revela que poblaciones con poca vegetación y alejadas de los centros neurálgicos son un foco para la eclosión de enfermedades transmisibles entre especies, como es el caso de la covid-19 o la más reciente viruela del mono. Solo ocho de veintisiete estados brasileños presentan un riesgo bajo de propiciar nuevos brotes.
Las redes sociales han jugado un papel crucial durante la crisis por la covid-19. Mientras que en ellas algunos científicos y científicas han divulgado su trabajo, otros perfiles las han aprovechado en beneficio propio, generando desinformación y crispación. Los debates en abierto deberían ser útiles, pero las dinámicas polarizadoras de las redes pueden socavar la confianza del público hacia la ciencia.
Nuevas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud muestran que el total de muertes asociadas directa o indirectamente con la pandemia entre el 1 de enero de 2020 y el 31 de diciembre de 2021 fue de aproximadamente 14,9 millones, un número que supera con creces las cifras oficiales de todos los países.
Desde hace una semana el tapabocas ya no nos acompaña, salvo excepciones, en interiores. Su uso prolongado en los más de dos años de pandemia lo ha convertido en más que un elemento de protección frente al virus: también ha adquirido una función estética y simbólica. Ahora que ya no es obligatoria, muchas personas se resisten a abandonar a nuestra compañera pandémica.
Depresión, ansiedad, trastornos graves de la personalidad o el doble de riesgo de intentos de suicidio son algunas de las consecuencias del maltrato infantil en la edad adulta. Los profesionales insisten en la importancia de visibilizar estas conductas y optimizar el acceso a tratamientos psicológicos especializados.
Una investigación reciente publicada por investigadoras de la Universidad Carlos III de Madrid muestra que los individuos perciben menos el riesgo de infección por covid-19 y adoptan menos conductas de protección de la salud cuando asocian el riesgo con amigos cercanos, un fenómeno denominado "efecto amigo-escudo".
El análisis de 17 genomas antiguos de la bacteria Yersinia pestis, incluido uno de hace 3.300 años recuperado en un dolmen de Álava, arroja luz sobre la evolución de la peste bubónica en Eurasia desde el Neolítico. Durante al menos 2.500 años coexistieron dos variantes del patógeno, pero acabó imponiéndose la que usaba las pulgas como medio de transmisión.
Un nuevo estudio revela que los efectos positivos de esta medida, dada la disminución de la contaminación atmosférica y el ruido, no compensarían las consecuencias negativas de la caída en los niveles de actividad física si los encierros se hubiesen mantenido durante doce meses.
No tengamos prisa en retirar la mascarilla en interiores. Veamos cómo evoluciona la transmisión y cómo evolucionan las hospitalizaciones. Especialmente tras la retirada del resto de medidas, incluyendo aforos, pruebas y aislamientos.
La nueva estrategia frente a la covid-19, aprobada la semana pasada por la comisión pública, entra en vigor hoy lunes. A partir de ahora, solo se pondrá el foco en los casos más graves o en los colectivos especialmente vulnerables a la enfermedad.