Un estudio liderado por la Universidad Sapienza de Roma, con participación del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social, ha conseguido describir virtualmente el cráneo de uno de los fósiles neandertales más enigmáticos del mundo, hallado en la cueva de Lamalunga, al sur de Italia.
Hasta ahora, se consideraba que los neandertales eran la primera especie con lateralidad bien definida. Un estudio internacional liderado por el Instituto Catalán de Paleocología Humana y Evolución Social remonta este hecho hasta la primera especie asociada a nuestro género, Homo habilis.
Desde hace unos años, las excavaciones que se están efectuando en las Coves del Toll (Toll y Teixoneres) de Moià (Barcelona) no dejan de proporcionar noticias. Si el año pasado la sorpresa fue el hallazgo del diente de un niño neandertal de hace unos 50.000 años de antigüedad, este mes el equipo que trabaja en dicho yacimiento ha recuperado, junto con más restos de dicho niño, otro diente, pero en este caso de un adulto de avanzada edad.
Un reciente estudio publicado en el Journal of Human Evolution por un equipo científico español ha demostrado que la morfología de las falanges, y por tanto de la mano, ha permanecido estable desde hace 1,3 millones de años.
En unas cajoneras enormes, perfectamente clasificados, Antonio Rosas guarda centenares de fósiles procedentes de sus excavaciones en la cueva de El Sidrón (Asturias). Pertenecen a neandertales, esos “humanos distintos a nosotros” que, antes de su extinción hace unos 30.000 años, nos dejaron una huella genética fruto de su hibridación con nuestros antepasados sapiens.
Desde que en 1856 se descubriera el primer neandertal en una cueva próxima a la ciudad alemana de Düsseldorf, sólo tres años antes de que Darwin publicase “El origen de las especies”, estos homínidos ocupan un lugar destacado en el imaginario popular. El profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Antonio Rosas, es uno de los mayores especialistas en neandertales. Si algo se puede destacar de este investigador es su compromiso con la divulgación de la ciencia.
Han pasado más de 30 años desde las primeras excavaciones en Atapuerca (Burgos), donde se han hallado más fósiles humanos que en cualquier otro lugar del mundo. Pero esto solo es el principio. Mientras se siguen descubriendo nuevos restos humanos y animales –la campaña de excavaciones 2012 termina a finales de julio–, toca averiguar qué les pasó a cada una de las especies que en algún momento de su vida pasaron por esta sierra burgalesa.
La mandíbula de la Sima del Elefante, el fósil humano europeo más antiguo, podría no pertenecer a una especie conocida. Así lo han revelado los científicos del Equipo de Investigación de Atapuerca en dos artículos publicados en la revista Journal of Human Evolution.