La República Popular China ha anunciado esta semana las primeras medidas de relajación de restricciones frente a la covid-19. Sin embargo, la comunidad internacional muestra ya su preocupación por los aumentos repentinos de casos en el gigante asiático y la falta de transparencia en los datos aportados.
¿Cuánto dura la protección que aportan las vacunas contra la covid-19? Una sencilla prueba, basada en la tecnología PCR, es capaz de contestar a esta pregunta a la vez que mide la inmunidad celular específica frente al coronavirus. Los resultados de este estudio español han sido publicados en Nature Biotechnology.
Familiares, amigos o compañeros nos llaman para felicitarnos las fiestas y, de paso, decirnos eso de “he salido positivo”. Afortunadamente, la mayor parte de las veces –aunque no siempre– estos mensajes se acompañan de un “tranquilo, estoy bien”. Analizamos qué hacer cuando se tienen síntomas, si se es positivo en test de antígenos y si se es contacto estrecho.
Ya se venden sin receta en farmacias pruebas de antígenos para la covid. No detectan todas las infecciones, pero identifican bien a quienes pueden contagiar. La clave: utilizarlas en su contexto, interpretar bien los resultados y enmarcarlas en estrategias nacionales de salud pública.
Ofrecen resultados en 15 minutos, son más baratos que la PCR y más sencillos. Su sensibilidad y especificidad llegan al 90 % y se recomiendan para detectar casos en sospechosos, así como en sus contactos. Sin embargo, su eficacia es dudosa para cribados masivos en poblaciones con baja prevalencia de infecciones, donde podrían dar demasiados falsos positivos.
La clave para contener al SARS-CoV-2 pasa por detectar y aislar a los infectados y sus contactos, pero es difícil hacer PCR de forma masiva y periódica. Acaba de aprobarse en EE UU un protocolo en muestras salivales mucho más barato y sencillo que el actual. En España se ensayan métodos similares que no son aún ideales, pero permitirían hacer pruebas diagnósticas a grandes grupos en escuelas y centros de trabajo.
A diferencia de la técnica de PCR que se utiliza para el diagnóstico de la COVID-19 y que tarda varias horas, los test rápidos son capaces de dar un resultado en 15 minutos. Entre ellos, se encuentran los que detectan proteínas del virus y los que reconocen los anticuerpos que genera el organismo para defenderse.
Los test de PCR que se están utilizando para identificar la infección por coronavirus se emplean desde los años 80, son muy fiables y tardan unas horas en ofrecer resultados. Otro tipo de test más rápidos, los de anticuerpos, resultan útiles para saber si una persona infectada ha superado ya la enfermedad.
Un equipo de investigación liderado por la Universidad Complutense de Madrid ha identificado, gracias a una técnica molecular en condiciones reales, a los posibles depredadores para el control biológico de la mosca del olivo, que provoca importantes pérdidas en el sector olivarero. Los resultados revelan que las arañas y las tijeretas son las mejores candidatas para controlar esta plaga.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han desarrollado y patentado un método que, en pocas horas, permite conocer si la bacteria causante de la legionelosis se encuentra en el aire que respiramos. Su rápida detección, en menos de 24 horas, podría evitar la aparición de brotes de legionelosis.