La capa de ozono de la estratosfera, una frágil capa de gas que protege a la Tierra de los dañinos rayos de sol ultravioleta, está en el buen camino para su recuperación. Esto es lo que concluye la ‘Evaluación científica del agotamiento del ozono de 2014’, elaborada por cerca de 300 científicos de 36 países distintos incluido España.
El etanol es uno de los biocombustibles propuestos para sustituir a la gasolina ya que, en principio, es más ‘ecológico’ y saludable, pero un análisis de la calidad del aire en São Paulo lo pone en duda. Dos investigadores han comprobado que cuando los coches que pueden utilizar los dos carburantes se inclinan por la gasolina, se reducen los niveles de ozono en la ciudad, aunque aumentan los de otros contaminantes.
En el Polo Norte, el agujero de la capa de ozono no se ha igualado al del Sur, en parte debido al éxito de los esfuerzos internacionales para limitar los productos químicos que lo agotan. Así lo indica un estudio del MIT liderado por Susan Solomon, la química que demostró la relación entre los CFC y el agujero de ozono.
Un equipo internacional de investigadores, con participación de la Universidad Jaume I de Castellón, ha creado un sensor que detecta el ozono en concentraciones inferiores y de forma más rápida que con otras técnicas. La presencia de este gas en concentraciones elevadas puede causar problemas de salud.
En verano los niveles de ozono (O3) en la atmósfera aumentan con frecuencia. En Galicia, debido a las emisiones humanas y a la elevada vegetación, también se han registrado episodios estivales de altas concentraciones de ozono que merman la calidad del aire. Un sistema de modelización de la atmósfera aplicado al noroeste peninsular por investigadores de la Universidad de Aveiro (Portugal) y la Universidad de Santiago de Compostela ha detectado una transferencia de ozono del norte de Portugal hacia Galicia.
La interacción del campo magnético terrestre con sustancias químicas contaminantes podría explicar la presencia de estas sustancias en las zonas polares, donde hoy se registra el mayor deterioro de la capa de ozono, según un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid.
Investigadores del Instituto de Ciencias Matemáticas han desarrollado una técnica que identifica las rutas de transporte de partículas en el vórtice polar antártico, el cinturón de vientos del continente helado. El método matemático ayuda a comprender mejor cómo evoluciona el agujero de la capa de ozono.
La reconstrucción de los valores de ozono sobre la península entre 1979 y 2008 arroja que las tendencias comenzaron a ser positivas ocho años después de la aprobación del Protocolo de Montreal. Además, los resultados muestran que España recuperó rápidamente parte del ozono perdido gracias al ozono troposférico, un contaminante secundario derivado de las emisiones industriales.
El centro tecnológico Itagra de Palencia ha concluido la investigación que trataba de determinar la efectividad del ozono, un gas con gran capacidad oxidante, en la desinfección de suelos agrícolas. En los ensayos realizados se ha estudiado el efecto del ozono sobre el desarrollo de diversos microorganismos (concretamente mohos y levaduras, aerobios mesófilos y patógenos de la fresa) y las hierbas adventicias, así como la respiración microbiana (respirometría) y las propiedades físico químicas del suelo.
El uso de productos químicos con gases contaminantes (clorofluorocarbonos) creó, a mediados del siglo XX, el conocido ‘agujero’ de la capa de ozono. Una investigación internacionaldemuestra por primera vez que este fenómeno juega un papel importante en el cambio climático, al menos en el hemisferio sur, y es responsable del incremento de las precipitaciones de los veranos tropicales.