El tratamiento de este síndrome, que tan sólo afecta a una de cada 50.000-100.000 personas, es “muy complicado”, según Darío Morais, jefe del Servicio de Otorrinolaringología (ORL) del Hospital Clínico Universitario de Valladolid. No obstante, el centro ha comprobado la eficacia de la terapia local esclerosante con etoxiesclerol.
El oído está preparado para recibir sonidos procedentes de la naturaleza donde, a excepción de fenómenos puntuales, como es el caso de las tormentas, no se registran ruidos de más de 60 decibelios. La sociedad actual soporta sin embargo en muchas ocasiones niveles superiores de ruido que no sólo afectan al sistema auditivo, sino que pueden ser causa de la aparición de otras enfermedades. Un grupo de otorrinolaringologos del hospital Río Hortega de Valladolid formado por los doctores Luis María Gil-Carcedo, Elisa Gil-Carcedo y Luis Ángel Vallejo Valdezate, han analizado en una publicación cómo puede llegar a afectar el ruido a la salud humana.