Un nuevo estudio demuestra la viabilidad de la donación de riñones por parte de pacientes de edad avanzada. Tras analizar a más de 2.500 pacientes en lista de espera, todos de más de 60 años, aquellos que recibieron un órgano de un donante de más de 80 años, la mortalidad se redujo significativamente respecto a aquellos que se quedaron en diálisis.
Un equipo internacional liderado desde Oviedo ha establecido los valores de algunos parámetros sanguíneos con los que han observado una menor mortalidad de los pacientes en hemodiálisis. Cerca de tres millones de personas recibe diálisis en el mundo, de las que 25.000 viven en España. La revista Nephrology Dialysis Transplantation acaba de publicar la investigación.
Un equipo de investigación del Servicio de Nefrología del Hospital General de Segovia estudia desde hace años la enfermedad renal crónica (ERC), fundamentalmente en la población anciana, y ha obtenido importantes resultados. Esta patología se caracteriza por la pérdida progresiva de funciones renales, cuando los riñones disminuyen su capacidad de eliminar productos de desecho de la sangre y evacuarlos a través de la orina.
La malnutrición es un problema frecuente en los pacientes sometidos a diálisis y se asocia a un peor pronóstico tanto en términos de supervivencia como de una mayor frecuencia de complicaciones. Las causas que la provocan son múltiples, pero los expertos señalan que no es una desnutrición simple debida sólo a una falta de ingesta, sino que en ella interviene el hecho de que la enfermedad renal crónica (ERC) y la diálisis se asocian a un mayor catabolismo y desgaste calórico y proteico (wasting protein-caloric). Es decir, los pacientes en diálisis a menudo sufren consumición de las reservas de proteínas, en forma de músculo y calorías, situación que empeora su pronostico.
Un estudio realizado en el hospital Germans Trias concluye que las personas con exceso de peso tienen más probabilidad de sufrir daño renal, no relacionado con las enfermedades asociadas a la obesidad.