A lo largo de su vuelo hasta Marte, el rover Curiosity fue registrando la radiación cósmica y solar que actuó sobre la nave. Los datos han permitido calcular que, con los sistemas de propulsión y protección actuales, la dosis recibida en un viaje de ida y vuelta al planeta rojo rondaría los 0,66 sievert, un dato de gran interés para las futuras misiones tripuladas al planeta rojo. Las agencias espaciales proponen que las tripulaciones no superen dosis de 1 sievert.
Una estrella de neutrones es tan densa como tener medio millón de veces la masa de la Tierra en una esfera del tamaño de la isla de Manhattan. / NASA
Esta noche la nave Soyuz ha despegado desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) con la astronauta de la NASA Karen Nyberg, el cosmonauta Fyodor Yurchikhin de la Agencia Espacial Rusa y el astronauta Luca Parmitano de la Agencia Espacial Europea (ESA). A las 06h14 se han unido a los otros tres tripulantes de la Estación Espacial Internacional.
Karen, Fyodor y Luca. / ESA
Una empresa de Texas (EE UU) ha recibido una subvención de 125.000 dólares de la NASA para ver si es viable la impresión de alimentos. El objetivo es crear en seis meses un prototipo que ejecute esta tarea. Si los resultados son positivos, se podrían aplicar para crear máquinas que ‘impriman’ comida en las futuras misiones espaciales.
Rocas del lecho rocoso de Yellowknife Bay, en el cráter Gale. / NASA
Curiosity enseña las primeras muestras de una roca marciana. / NASA.
En los próximos días el vehículo Curiosity de la NASA perforará una roca marciana para analizar su contenido, una operación pionera en el planeta rojo. El lugar elegido es un lecho rocoso con indicios del pasado húmedo de Marte. Los ingenieros están confirmando que el viaje hasta ese lugar no supone un peligro para el rover.
Recreación artística de algunos de los millones de planetas de nuestra galaxia. Imagen: NASA/Ames/JPL-Caltech.
Los técnicos de la NASA estrellaron anoche en la superficie lunar las naves gemelas Flujo y Reflujo –Flow y Ebb– a una velocidad de 1,7 kilómetros por segundo. El lugar del impacto es una montaña de unos 2,5 kilómetros de altitud cerca del cráter Goldschmidt, próximo al polo norte de nuestro satélite.