La proteína NBS1 participa en la reparación de los daños del ADN. Además, tal y como afirma un nuevo estudio en el que participa la Universidad de Barcelona, es un factor crítico para impulsar la actividad funcional en los macrófagos. La proteína estudiada también tiene implicaciones en los efectos observados en pacientes con el síndrome de Nijmegen y en otros trastornos relacionados.