Su plumaje de color azul y castaño es, sin duda, el rasgo más distintivo de la carraca europea, un ave migradora amenazada, y de la que hasta ahora poco se sabía sobre su migración e invernada. Científicos de nueve países, entre ellos España, desvelan por primera vez, gracias a geolocalizadores y emisores satélite, las rutas entre el sur de África y Europa de buena parte de las poblaciones de esta especie de delicado estado de conservación.
Alrededor de medio millón de personas llegarán a la Unión Europea a lo largo de este año, procedentes de países en conflicto. Ante la actual presión migratoria, los estados europeos están adoptando políticas reactivas y no han sabido adoptar posiciones comunes suficientemente coherentes y con visión de futuro. Entre las diferentes medidas que urge tomar está afrontar las raíces del problema, consiguiendo acuerdos entre los estados que apoyan a las partes enfrentadas en los conflictos.
Los primeros agricultores y ganaderos que habitaron la península ibérica durante la Edad de Cobre y la de Bronce –hace entre 3.500 y 5.500 años– no solo compartieron la misma historia migratoria que los grupos del norte y centro de Europa, sino que también son los ancestros más antiguos de los vascos actuales. Así lo revela la secuenciación del genoma de ocho individuos hallados en el yacimiento de El Portalón de la Cueva Mayor en la sierra de Atapuerca.
Nueve ejemplares de zorzalitos de Swainson fueron utilizados para analizar su vuelo migratorio noctruno. / J. Craves
El análisis del ADN de más de 160.000 habitantes de EE UU afroamericanos, latinos y de origen europeo ha revelado que las diferencias en sus genomas reflejan acontecimientos históricos, como la colonización española y las oleadas de inmigración. Curiosamente, muchos individuos que se consideran parte de la comunidad blanca tienen ascendencia afroamericana y nativa americana.
Un estudio internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha observado las migraciones del milano negro y ha comprobado que la supervivencia migratoria se basa en la capacidad de mejorar las habilidades para hacer frente a condiciones ambientales adversas.
El colesterol desempeña un papel fundamental en la capacidad de las células para moverse e invadir otros tejidos. Así lo expone un nuevo estudio de la Universidad de Barcelona, que abre nuevas oportunidades terapéuticas respecto al control de la metástasis.
La organización SEO/BirdlLife ha elegido a la golondrina común como ave del año 2014 para alertar de la difícil situación en la que se encuentra. El seguimiento de aves que realiza la ONG ecologista desde 1998 revela que la población de golondrinas ha descendido un 30% en la última década.
Investigadores del IRB Barcelona han descubierto en Drosophila melanogaster que en migraciones celulares múltiples una única célula puede ejercer de líder y es suficiente para arrastrar al resto. Los resultados se publican en el Journal of Cell Science.
Golondrina con geolocalizador. / © Javier de la Puente | SEO/BirdLife