Un estudio publicado hoy en la revista Arthritis Research & Therapy, sugiere que la práctica de terapia física de manera regular en una piscina de agua caliente puede paliar las dolencias que genera la fibromialgia y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Un equipo internacional de investigadores, con participación del Centro de Investigación Cardiovascular de Barcelona (CSIC-ICCC), ha descrito una posible vía de señalización implicada en el aumento de microcalcificaciones vasculares que se producen después de la menopausia. Estos acúmulos son la explicación de la morbilidad asociada a la ateroesclerosis y osteoporosis que padecen las mujeres en este periodo de su vida. Los resultados publicados este mes en la revista European Journal of Clinical Investigation.