El mosquito es el animal más letal del mundo, siendo responsable de la muerte de más de 725.000 personas cada año. Existen más de 2.500 especies de mosquitos y estos insectos se encuentran en todas la regiones del planeta a excepción de la Antártida. Además, muchas especies han desarrollado resistencia contra una variedad de insecticidas comúnmente usados y han cambiado su comportamiento para evitar las redes mosquiteras y las casas fumigadas.
Un equipo de investigadores de Cataluña ha identificado marcadores inmunes asociados con la protección contra la malaria tras la inmunización con la vacuna candidata, RTS,S, también conocida como Mosquirix™. Los resultados pretenden optimizar su eficacia, sobre todo en bebés.
Un nuevo estudio analiza la eficacia de la cloroquina en el tratamiento de infecciones asintomáticas por malaria en voluntarios adultos. Los resultados muestran que el compuesto es eficaz en eliminar el parásito: el 98% de los pacientes tratados quedaron libres de infección 72 horas después de la primera dosis.
En 2015 murieron aproximadamente 429.000 personas en África, la mayoría niños pequeños. / US Army Africa.
Un equipo de científicos españoles ha comprobado que el mosquito común es capaz de transmitir a través de su secreción salival un parásito característico de un tipo de malaria que solo afecta a las aves. Los investigadores han identificado al único parásito que puede transmitirlo estudiando directamente muestras de saliva de los mosquitos anestesiados.
Científicos de EE UU han demostrado la seguridad y eficacia de una nueva vacuna contra la malaria en un estudio clínico de fase 1 con humanos. La vacuna, denominada GAP3KO, utiliza parásitos de Plasmodium falciparum genéticamente atenuados a los que se eliminan tres genes específicos que se requieren para producir la infección y causar la enfermedad.
Un nuevo estudio ha logrado recuperar ADN de dos cepas de malaria a partir de muestras antiguas del Delta del Ebro. Los resultados permiten ver el origen de los parásitos causantes de la enfermedad que se erradicó de Europa a mediados del siglo XX, y ayudarán a conocer las mutaciones que las han hecho resistentes a múltiples medicamentos.
Un equipo internacional de científicos ha descubierto que ciertas proteínas ‘escapan’ del sistema de control de calidad de las células. Estos fallos estructurales en las proteínas pueden provocar enfermedades como la encefalopatía espongiforme bovina, más conocida como mal de las ‘vacas locas’.
Un equipo internacional de investigadores ha encontrado moléculas similares a la heparina, aisladas a partir de pepinos de mar, algas rojas y esponjas marinas, que inhiben el crecimiento del Plasmodium falciparum, uno de los parásitos causantes de la malaria. A diferencia de la heparina, estas moléculas tienen una actividad reducida como anticoagulante sanguíneo, lo que abre nuevas vías para el desarrollo de medicamentos antimaláricos.