Un equipo internacional del Laboratorio Internacional en Cambio Global (LINCGlobal) ha analizado por primera vez la magnitud de los impactos causados por el aumento de la radiación ultravioleta B (UVB) y ha determinado el grado de sensibilidad relativa entre organismos y procesos marinos. Corales, crustáceos, larvas y huevos de peces son los más sensibles.
Un estudio internacional, liderado por investigadores del Laboratorio Internacional en Cambio Global (CSIC-PUC), demuestra que el dióxido de carbono (CO2) constituye una amenaza a la respiración de organismos aeróbicos en el océano. Este trabajo, publicado en el último número de la revista Biogeoscience, se ha centrado en delimitar la columna de agua en la que la conjunción de niveles elevados de CO2 y niveles bajos de oxígeno (O2) limitan la capacidad de mantener organismos marinos.