Un equipo científico ha descubierto las primeras evidencias de cuidado parental en los crustáceos del orden Tanaidacea hace más de 105 millones de años. Este nuevo hallazgo se basa en el análisis de tres pequeños crustáceos de especies distintas del Cretácico que se han preservado en piezas de ámbar de los yacimientos de Peñacerrada en Álava y La Buzinie en Francia, referentes europeos en el estudio del registro fósil del ámbar con bioinclusiones del Mesozoico.