Las bandas de Júpiter, los anillos de Saturno y algunos de sus satélites se podrán observar al mismo tiempo a través de un telescopio durante la gran conjunción planetaria del 21 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno. Las nubes dificultarán hoy en muchos lugares de España la observación.
El máximo de la lluvia de estrellas de las gemínidas este año será las noches del 12 y 13 de diciembre. El día 14 se podrá observar un espectacular eclipse total de Sol en una estrecha franja de Chile y Argentina, y el 21 ocurrirá un ‘encuentro de gigantes’: la gran conjunción de Júpiter y Saturno.
La cara oculta de este satélite de Júpiter podría emitir un resplandor verdoso, según experimentos realizados con hielo irradiado en laboratorios de nuestro planeta. La misión Europa Clipper de la NASA, cuyo lanzamiento está previsto a mediados de esta década, podría confirmar este extraño fenómeno.
La aparición en Venus de esta molécula asociada a la vida en la Tierra, también llamada fosfina, ha causado un gran revuelo científico y mediático, pero hace décadas que se conoce su presencia en las atmósferas de Júpiter y Saturno, e incluso se ha encontrado en algunas estrellas. Investigadores del CSIC fueron los primeros en detectarla fuera de nuestro sistema solar. Ahora valoran para SINC el nuevo descubrimiento.
Desde hace décadas se observan relámpagos en la atmósfera de Júpiter, sobre todo cerca de los polos, pero las ondas de radio que emitían parecían diferentes a las de estos destellos luminosos en la Tierra. Ahora, gracias a los radiómetros más potentes de la sonda Juno, se ha comprobado que las frecuencias tampoco son tan diferentes y que los relámpagos de los dos planetas son similares. Además los científicos han podido convertir algunas de sus señales de radio en sonidos audibles.
Las auroras boreales y australes de Júpiter funcionan de forma independiente.
Los científicos pensaban que las poderosas auroras de Jupiter se parecerían a las auroras más potentes que se observan en las regiones polares de la Tierra, pero los datos de la sonda Juno de la NASA revelan que no es así. Los electrones acelerados que intervienen en este fenómeno se mueven de forma inesperada en el gigante gaseoso y los procesos implicados tampoco están nada claros.
Este lunes la sonda Juno de la NASA sobrevoló la Gran Mancha Roja de Júpiter, una gigantesca tormenta con un tamaño superior al de la Tierra. Ahora la agencia espacial estadounidense distribuye las imágenes espectaculares que captó la nave para que cualquier usuario pueda utilizarlas y compartirlas por internet.
El telescopio espacial Hubble ha detectado lo que podrían ser chorros de vapor de agua de hasta 200 kilómetros de altura emergiendo de la superficie de Europa, una de las lunas de Júpiter. Si se confirma el hallazgo, las futuras misiones a este satélite podrían tomar muestras del océano que se oculta bajo su gélida corteza de una forma sencilla. Europa es uno de los principales candidatos para encontrar vida fuera de la Tierra en nuestro sistema solar.