Desde hace décadas se han observado destellos luminosos en la atmósfera de Júpiter, sobre todo cerca de los polos, pero las ondas de radio que emitían parecían diferentes a las de los relámpagos de la Tierra. Ahora, gracias a los radiómetros más potentes de la sonda Juno se ha comprobado que las frecuencias tampoco son tan diferentes. Además los científicos han podido convertir algunas señales de radio en sonidos audibles.