Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han desarrollado un sistema de análisis de texto que, aplicado a los comentarios publicados en las redes sociales, detecta y clasifica las quejas sobre contaminación acústica de forma automática. El sistema combina la inteligencia artificial con técnicas de análisis de lenguaje.
Dentro de los estudios sobre la interacción hombre-máquina, investigadores de la Universidad Pompeu Fabra han analizado un caso concreto: el papel que desempeña la intuición humana para dirigir una orquesta. Los resultados revelan las ventajas de usar un sistema personalizado que aproveche esa intuición, que todavía no ha conseguido la inteligencia artificial, a la hora de interpretar la música.
Investigadores de la Universidad de Granada han creado un sistema que, mediante imágenes y redes neuronales artificiales, permite identificar y catalogar automáticamente la multitud de corales que forman los arrecifes. De esta manera se podrá conocer de manera más precisa a estos organismos y mejorar las medidas de conservación de las especies en peligro.
Informáticos españoles han aplicado técnicas avanzadas de inteligencia artificial para generar automáticamente los mejores mazos de cartas en Hearthstone, un videojuego en línea con más de 30 millones de jugadores en todo el mundo. Los algoritmos se inspiran en el proceso biológico de la selección natural.
Investigadores de las universidades de Cádiz y Jaén han desarrollado un sistema inteligente que reconoce patrones de nuestro día a día de forma automática, sin necesidad de intervención humana para entrenar a los algoritmos de aprendizaje. Entre sus aplicaciones figura la domótica para, por ejemplo, detectar que una persona se está preparando para salir de casa y bajar automáticamente la calefacción.
Un nuevo software es capaz de reconocer en un vídeo a cada uno de los casi cien peces cebra que nadan en un tanque de agua en cada momento, aunque sus trayectorias se entrecrucen. El equipo de investigadores de Portugal y España ha usado una combinación de redes neuronales y algoritmos. Su aplicación principal es el rastreo de individuos por su aspecto.
Investigadores de la Universidad de Granada han diseñado un software para dispositivos móviles que permite obtener indicaciones precisas para caminar por una ciudad teniendo en cuenta aspectos como la evitación de escaleras o pendientes. El programa, basado en inteligencia artificial, supone una alternativa idónea para los viajes de personas con movilidad reducida con respecto a otros callejeros digitales actuales a nivel mundial.
Investigadores argentinos y españoles han utilizado técnicas estadísticas de aprendizaje automático para analizar los movimientos y la tecnología de los grupos cazadores-recolectores que habitaron el Cono Sur de América, desde que llegaron hace unos 12.000 años hasta finales del siglo XIX. Para el estudio se han utilizado datos masivos o big data de todos los yacimientos arqueológicos del extremo sur de Patagonia.
Investigadores de las universidades Politécnica de Valencia, Alicante y la portuguesa do Minho han incluido módulos adicionales a un robot comercial para crear Pharos, un asistente virtual que recomienda actividades físicas a las personas mayores dentro del hogar. Su principal diferencia respecto a otros similares es el minucioso seguimiento de los usuarios.
Los avances en la ciencia y la tecnología están poniendo en duda cómo serán nuestras sociedades en un futuro muy próximo. La inteligencia artificial o la robótica plantean cuestiones que deben ser ampliamente consideradas si no queremos vernos sorprendidos por sus consecuencias. Hablamos con Julian Kinderlerer, que presidió el Grupo Europeo de Ética en Ciencia y Nuevas Tecnologías. Su visión es, cuando menos, poco complaciente.