Investigadores del CNIO han relacionado por primera vez la psoriasis con el riesgo de pérdida generalizada de masa ósea. Los expertos han descrito cómo la proteína IL-17 actúa como un ‘mensajero’ entre la piel y el hueso. Estos resultados recomiendan monitorizar la masa ósea de los pacientes de psoriasis para seleccionar los tratamientos más adecuados en cada caso. El estudio podría tener implicaciones en otras enfermedades autoinmunes, como la enfermedad intestinal inflamatoria.