Investigadores del Instituto de Biología Evolutiva y del Centro Nacional de Análisis Genómico participan en un consorcio internacional que ha secuenciado el genoma del gibón (Hylobatidae), el último simio en ser secuenciado. El estudio de estos primates proporciona pistas para la investigación en salud humana.
Un equipo liderado por la investigadora española Aida Gómez-Robles, del departamento de antropología de la Universidad George Washington (EE UU) ha publicado en la revista Nature Communications un artículo que plantea que el cerebro de chimpancés y humanos es especialmente flexible debido a la independencia relativa de sus distintas áreas.
El proteoma es el conjunto de proteínas que se expresan en todas las células de un organismo. Uno de los retos de la ciencia es saber cuáles actúan y dónde. Ahora, un equipo alemán y otro estadounidense han diseñado dos versiones esquemáticas de este entramado que incluye información para la mayoría de tejidos humanos.
La revista Nature presenta esta semana dos investigaciones que aportan avances en el conocimiento del cerebro humano. Mientras que la primera describe el cableado de las conexiones nerviosas a resolución media del ratón, la segunda revela detalles y diferencias sobre los genes implicados en el desarrollo del cerebro prenatal de humanos y roedores.
Un equipo de investigadores húngaros ha realizado por primera vez un estudio de neuroimagen en perros y humanos que señala la existencia de zonas del cerebro comunes para la captación del sonido y de la voz. El trabajo, publicado en Current Biology,ha utilizado el escáner para establecer qué áreas del cerebro se activan ante estímulos sonoros en las dos especies.
Los restos de ADN neandertal en los humanos modernos –del que se mantiene hasta un 20%– están implicados con genes que afectan tanto a diversas enfermedades, como la de Crohn, como en otros aspectos relacionados con la adaptación al medio, como la producción de queratina. Estas son las principales conclusiones de dos estudios, publicados de forma simultánea en las revistas Nature y Science, tras el análisis de ADN neandertal en los humanos actuales.
El análisis de la dentadura del Paranthropus boisei, el ‘hombre cascanueces’ que vivió al este de África hace millones de años, revela que la alimentación de este antepasado homínido se basaba en tubérculos como la chufa.
Paleoantropólogos de la Universidad de Zúrich (Suiza) han descubierto en Dmanisi (Georgia) un cráneo excepcionalmente conservado de 1.800.000 años que, por sus características, obliga a un cambio de perspectiva sobre la diversidad de las especies humanas, que sería mucho menos variada de lo que se estimaba. “Si hubiésemos encontrado la cavidad craneal y el rostro como fósiles separados, habrían sido atribuidos a dos especies diferentes”, dicen sus descubridores.
Un equipo científico internacional ha secuenciado, por primera vez, los genomas de un gran número de individuos de las seis especies de grandes simios de África y de Asia suroriental.
La Cumbre del Clima en Doha (Catar) concluyó con una prórroga del protocolo de Kioto hasta 2020 y el compromiso solo de un grupo de países que conforman el 15% de las emisiones contaminantes a nivel mundial. Joan Grimalt, director del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua explica a SINC por qué el cambio climático es un problema, sobre todo, humano, ya que afectará a la economía y a toda la sociedad.