La datación por series de uranio, publicada en Science, revela que las pinturas paleolíticas de la cueva cántabra de El Castillo tienen más de 40.000 años y abre el camino a la especulación sobre su autoría que podría atribuirse tanto a Homo sapiens como a Homo neanderthalensis.
El mecanismo de la extinción de los neandertales es un tema polémico de gran interés entre la comunidad científica. Ahora, dos investigadores del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), Bienvenido Martínez-Navarro (paleontólogo) y Policarp Hortalà (biólogo), aportan una nueva hipótesis, con datos ecológicos y etológicos, según la cual los Homo neanderthalensis habrían sido, muy probablemente, víctimas de un genocidio provocado por Homo sapiens.
El Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) y la Universidad de Tel Aviv sientan las bases para a llevar a cabo proyectos de investigación conjunta de los restos fósiles hallados en la cueva de Qesem, entre otros yacimientos israelíes, para profundizar en el estudio del Homo sapiens y su lugar de origen.
Según un estudio del CENIEH, la particular curvatura de la superficie parietal en el Homo sapiens se relaciona con la evolución de las áreas cerebrales, que en nuestra especie podrían haber impulsado un cambio importante en la organización neural y cognitiva.
Varios cráneos de neandertales y, al fondo, un cráneo de Homo sapiens.
Un colgante hecho a partir del canino de un pequeño carnívoro, previsiblemente un zorro, pone de manifiesto la presencia de ocupación humana en el noroeste peninsular en los momentos más rigurosos de la última glaciación, el pleniglaciar.
Científicos españoles han analizado los dientes de casi todas las especies de homínidos que han existido en los últimos 4 millones de años, logrando identificar rasgos neandertales en poblaciones europeas muy antiguas. Los fósiles dentales apuntan que la separación se produjo hace al menos un millón de años, mucho antes de lo que apuntan los análisis basados en ADN.
Cuando un grupo de investigadores descubrió el esqueleto parcial de dos homínidos en una cueva de Sudáfrica en agosto de 2008 no imaginó que serían los restos de los primeros ancestros humanos. En dos estudios, que publica la revista Science esta semana, un equipo internacional de 60 científicos describe la nueva especie, Australopithecus sediba, que ya caminaba de forma vertical y que compartía rasgos con la primera especie de Homo.
Una investigación realizada por un grupo de arqueólogos del Centre d’Estudis del Patrimoni Arqueològic de la Prehistòria de la Universitat Autònoma de Barcelona (CEPAP-UAB) en el yacimiento de Cova Gran (Lleida) ha contribuido a avivar el debate científico sobre la aparición de los primeros humanos “modernos” en la Península Ibérica y su posible relación con la desaparición de los neandertales.