Entre las múltiples aplicaciones de los nanomateriales de grafeno figuran las del ámbito de la medicina, desde terapias contra el cáncer hasta ingeniería de tejidos y transferencia genética. La principal barrera que tendrán que superar los productos fabricados con estos materiales es la reacción del sistema inmunitario. Ahora investigadores europeos han analizado cómo actúan nuestras defensas ante la presencia del óxido de grafeno.
Investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas y otros centros internacionales han conseguido confinar y guiar la luz en un espacio de tan solo un átomo de grosor. El grafeno y otros materiales 2D han sido las piezas clave para fabricar a escala atómica este 'lego' capaz de canalizar la luz.
El grafeno presenta extraordinarias propiedades mecánicas y electrónicas, pero no magnéticas. Esta carencia se puede resolver con la ayuda del más ligero de los elementos: el hidrógeno, que al contactar con el grafeno le transfiere su momento magnético. Lo ha demostrado un equipo de científicos europeos coordinados por el físico Iván Brihuega desde la Universidad Autónoma de Madrid.
El grafeno protagoniza la mayor iniciativa europea de investigación hasta la fecha, la Graphene Flagship, pero dentro de este megaproyecto se promocionan también los estudios de otros materiales bidimensionales, como los llamados TMD. Sus interesantes propiedades se pueden aplicar en electrónica, espintrónica y un tercer campo: la ‘valletrónica’, según explica en esta entrevista el físico Lucian Covaci de la Universidad de Amberes.
En el futuro, las excepcionales propiedades del grafeno harán más ligeros los asientos de los automóviles y las protecciones para las antenas de las aeronaves, lo que reducirá el consumo de carburante. Son solo dos ejemplos de las aplicaciones de este revolucionario material presentadas durante la última semana de septiembre en Atenas, donde empresas y centros de investigación han mostrado sus últimos resultados para producirlo a escala industrial.
Por sus excelentes propiedades, el grafeno aspira a revolucionar no solo la industria, sino también nuestro día a día, con dispositivos de una flexibilidad sin precedentes. Pero antes de hacer historia tiene que enfrentarse al principal escollo: su baja rentabilidad. Científicos del proyecto europeo Gladiator presentan en la Graphene Week de Atenas una nueva técnica y una metodología que supervisa el crecimiento del grafeno para mejorar la calidad y reducir los costes de fabricación del material.
Investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) han desarrollado la primera cámara basada en el grafeno, capaz de detectar luz visible, ultravioleta e infrarroja a la vez. Se podrá usar en multitud de aplicaciones, como visión nocturna, inspección de alimentos, control de incendios y sistemas de imagen.
No es habitual que un científico español entre a formar parte de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, pero este mes lo ha conseguido Francisco Guinea. Este físico del instituto IMDEA Nanociencia investiga cómo modificar el grafeno y otros materiales bidimensionales para mejorar sus ya de por sí excepcionales propiedades.
El Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología presenta en el Mobile World Congress, que se celebra estos días en Barcelona, nuevas tecnologías basadas en grafeno. Entre ellas, destaca una prótesis electrónica de retina, que se encarga de generar los impulsos eléctricos en respuesta a los estímulos procedentes del exterior. El dispositivo podría permitir recuperar parcialmente la visión a personas que han perdido la funcionalidad de las células fotosensibles de la retina.
Esta semana se ha presentado en Barcelona el proyecto europeo BrainCom, que con un presupuesto de 8,35 millones de euros aprovechará las propiedades únicas del grafeno y otros materiales orgánicos para desarrollar una tecnología radicalmente nueva de implantes corticales ultraflexibles. Sus resultados ofrecerán soluciones para rehabilitar pacientes con trastornos en el habla gracias a innovadoras interfaces cerebro-ordenador.