Coincidiendo con Halloween, el Observatorio Europeo Austral ha revelado una imagen de una nebulosa oscura que crea la ilusión de la silueta de un lobo sobre un colorido telón de fondo cósmico. La imagen fue captada por el VLT Survey Telescope, instalado en el Observatorio Paranal de Chile.
Un equipo liderado por el Centro de Astrobiología ha usado datos del telescopio VLT de Chile para estudiar la galaxia Teacup, situada a más de mil millones de años luz. El estudio muestra cómo los ‘supervientos’ generados por el agujero negro alteran la distribución de elementos pesados a gran escala.
Con la ayuda del telescopio espacial James Webb, astrónomos del Centro de Astrobiología y la Universidad de Cambridge han descubierto que el agujero negro supermasivo del centro de una lejana galaxia está apagando en toda ella la formación de estrellas.
El repentino aumento del brillo en la galaxia SDSS1335+0728 probablemente es el resultado de la activación del agujero negro masivo que hay en su núcleo. Así lo revelan las observaciones del Very Large Telescope y otros observatorios terrestres y espaciales.
Este observatorio espacial de rayos X de la ESA ha sorprendido a un agujero negro que, como un niño pequeño alterado, no solo expulsa su comida, sino que tira todo: el gas de su disco de acreción sale despedido en todas direcciones, a tal velocidad que hace desaparecer el material interestelar circundante. Esto impide la formación de nuevas estrellas en una vasta región de su galaxia, llamada Markarian 817.
Un 'error' sistemático entre dos técnicas de datación de la edad de las estrellas podría no ser algo de verdad incorrecto. Estas dos mediciones podrían incluso ofrecer una nueva ventana para conocer el desarrollo temprano de las estrellas más jóvenes.
Aunque aún faltan meses para que el telescopio espacial europeo ofrezca una nueva visión real del cosmos, las primeras imágenes captadas confirman que la herramienta funciona correctamente y augura un futuro prometedor para la investigación astronómica. El objetivo de los científicos es dibujar el mayor mapa 3D del cielo jamás realizado.
Con este hallazgo astronómico se comprende el ciclo de vida de las estrellas dentro de las nebulosas oscuras, densas nubes de gas y polvo frío que ocultan la luz. Estas revelaciones resultan fundamentales para explicar los procesos asociados a la formación de las galaxias.
Hasta ahora se había analizado la Vía Láctea con luz visible e invisible, como los rayos X y las ondas de radio, pero el experimento IceCube localizado en la Antártida la ha observado con algo que no es luz: neutrinos de alta energía procedentes del plano galáctico.
La primera imagen histórica del agujero negro del centro de nuestra galaxia no es muy diferente a la de M87* que vimos hace tres años, una coincidencia que ya predecía la relatividad general de Einstein. Ahora el reto de la colaboración científica EHT que las ha captado es grabar una ‘película’ de estas oscuras sombras y su brillante anillo de gas, según han explicado algunos de sus miembros en la sede del CSIC en Madrid.