Aunque aún faltan meses para que el telescopio espacial europeo ofrezca una nueva visión real del cosmos, las primeras imágenes captadas confirman que la herramienta funciona correctamente y augura un futuro prometedor para la investigación astronómica. El objetivo de los científicos es dibujar el mayor mapa 3D del cielo jamás realizado.
Los dos instrumentos de Euclid han captado sus primeras imágenes de prueba. Los fascinantes resultados indican que el telescopio espacial alcanzará los objetivos científicos para los que ha sido diseñado, y posiblemente mucho más.
Aunque aún faltan meses para que Euclid ofrezca una nueva visión real del cosmos, el logro de este hito significa que los científicos e ingenieros responsables de la misión pueden estar seguros de que el telescopio y los instrumentos funcionan correctamente.
“Después de más de 11 años de diseño y desarrollo de Euclid, resulta estimulante y enormemente emotivo ver estas primeras imágenes”, afirma el director del proyecto Euclid, Giuseppe Racca, en una nota distribuida por la Agencia Espacial Europea (ESA).
“Es aún más increíble cuando pensamos que aquí solo vemos unas pocas galaxias, producidas con un ajuste mínimo del sistema”. El Euclid totalmente calibrado observará en última instancia miles de millones de galaxias para crear el mayor mapa 3D del cielo jamás realizado".
El Director General de la ESA, Josef Aschbacher, felicitó al equipo de Euclid: “Es fantástico ver que la última incorporación a la flota de misiones científicas de la ESA ya está funcionando tan bien. Tengo plena confianza en que el grupo que está detrás de la misión conseguirá utilizar Euclid para revelar muchas cosas sobre el 95 % del Universo del que actualmente sabemos tan poco”.
Carole Mundell, directora de Ciencia de la agencia, está de acuerdo: “Nuestros equipos han trabajado incansablemente desde el lanzamiento de Euclid, el 1 de julio, y estas primeras imágenes de ingeniería ofrecen un tentador atisbo de los extraordinarios datos que podemos esperar del telescopio”.
El instrumento VISible (VIS) de Euclid tomará imágenes supernítidas de miles de millones de galaxias para medir sus formas. Al observar con detenimiento esta primera imagen, los astrónomos de la ESA aseguran que pueden "hacerse una idea" de la abundancia que aportará el VIS.
Imagen de prueba para la puesta en marcha del instrumento VIS del Euclid. / ESA
Mientras algunas galaxias son muy fáciles de detectar, muchas otras son manchas borrosas ocultas entre las estrellas, a la espera de que el telescopio espacial las desvele en el futuro.
Mark Cropper, del University College de Londres, dirigió el desarrollo del VIS. “Estoy encantado con la belleza de estas imágenes y la abundancia de información que contienen”, asegura. Además, confirma que las imágenes del VIS estarán a disposición de todos, ya sea con fines científicos o de otro tipo”.
Por su parte, Reiko Nakajima, científica del instrumento VIS, añade: “Las pruebas terrestres no ofrecen imágenes de galaxias ni de cúmulos estelares, pero aquí están todas en este único campo”.
La imagen es todavía más especial si se tiene en cuenta que el equipo de Euclid sufrió un sobresalto al encender el instrumento por primera vez y detectar un patrón inesperado de luz que contaminaba las imágenes.
Las investigaciones posteriores indicaron que parte de la luz solar se colaba en la nave, probablemente a través de un pequeño hueco; al girar Euclid, el equipo se dio cuenta de que esta luz sólo se detecta en orientaciones específicas, por lo que, evitando ciertos ángulos, el VIS podrá cumplir su misión.
El instrumento NISP (Espectrómetro y Fotómetro de Infrarrojo Cercano por sus siglas en inglés) de Euclid tiene una doble función: obtener imágenes de galaxias en luz infrarroja y medir la cantidad de luz que emiten las galaxias en distintas longitudes de onda. Esta segunda función permite calcular directamente la distancia a la que se encuentra cada galaxia.
Combinando la información sobre la distancia con la relativa a la forma de las galaxias, medida por el VIS, podremos trazar un mapa de la distribución de las galaxias en el Universo y de su evolución en el tiempo. En última instancia, este mapa 3D nos informará sobre la materia oscura y la energía oscura.
En la imagen inferior, antes de llegar al detector NISP, la luz del telescopio de Euclides ha pasado por un filtro que mide el brillo en una longitud de onda infrarroja específica.
Imagen de prueba para la puesta en marcha del instrumento NISP del Euclid. / ESA
En esta segunda imagen, la luz del telescopio de Euclides había pasado por un “grism” antes de llegar al detector. Este dispositivo divide la luz de cada estrella y galaxia por longitudes de onda, de modo que cada raya vertical de luz en la imagen es una estrella o galaxia. Esta forma especial de observar el Universo permite determinar de qué está hecha cada galaxia, lo que permite evaluar su distancia a la Tierra.
Durante los próximos meses, la ESA y otros equipos de la industria seguirán realizando todas las pruebas y comprobaciones necesarias para asegurar que Euclid funciona lo mejor posible. Al final de esta fase de puesta en servicio y verificación del rendimiento, comenzará la verdadera ciencia, según aseguran los responsables de la misión. En ese momento, la ESA publicará un nuevo conjunto de imágenes para demostrar de lo que es capaz la misión.