Investigadores de las universidades de Valladolid y Viena han encontrado en la Biblioteca Nacional de España una comedia desconocida de Lope de Vega titulada La francesa Laura. Las herramientas informáticas de reconocimiento y transcripción de texto han sido esenciales para el hallazgo.
Una iniciativa de la UE va a almacenar, estudiar y difundir recuerdos del confinamiento en Europa a través de poesías y canciones. Las obras que envíen los participantes se incorporarán a un repositorio público y se analizarán para reconocer los sentimientos dominantes durante la crisis sanitaria.
Investigadores de la Universidad de las Islas Baleares han creado un visor cartográfico de acceso abierto del Atles lingüístic mariner de Francesc B. Moll. De esta forma se puede consultar a través de internet la terminología marinera en catalán recogida por este filólogo menorquín.
Un equipo de filólogos de la Universidad de Oviedo ha elaborado una base de citas pionera sobre autores de la Antigüedad greco-latina, cuyas obras no han llegado completas hasta nuestros días. El trabajo ha permitido sacar a la luz a autores completamente desconocidos, como Odiseo, un metricólogo de versos cuya existencia y aportaciones no se habían documentado hasta ahora.
Como siempre hubo un amante de la palabra que cuidó del rollo en papiro, de las páginas del códice, de la exactitud de las palabras para la imprenta, hoy también los filólogos necesitan las bases de datos y las herramientas electrónicas para seguir cuidando la lectura y la escritura, al tiempo que las nuevas webs necesitan integrar las técnicas, datos y herramientas filológicas y lingüísticas para llegar a desarrollarse plenamente. Así lo prueba el interés de Google por las nuevas Humanidades Digitales. Esta empresa concede premios a la investigación en esta área. En su última convocatoria el Google's Digital Humanities Research Award 2010 recayó sobre doce grupos de investigación de todo el mundo, uno de los cuales pertenece a la Facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
A partir del estudio del texto Ipomydon, del que sólo existe una copia manuscrita guardada en la Biblioteca British Library, el investigador de la Universidad de Alicante, Jordi Sánchez Martí, ha reconstruido la historia impresa de los romances medievales ingleses. Los resultados destacan que la centralización de la actividad impresora en Londres afectó a la diversificación de títulos.