“Predecir” el pasado es el paso previo a encontrar filones que podrán explotarse en un futuro. Y para conocer cómo era la tierra hace millones de años y cómo pudieron gestarse cordilleras y yacimientos geológicos hay que manejar tanto la contundencia rocosa como la ingravidez de las matemáticas. Es por eso que matemáticos y geólogos trabajan juntos en la Universidad de Oviedo con el objetivo de reconstruir la estructura geológica anterior a la formación de los actuales pliegues y fallas.